Este primer film que veo del festival es uno crudo, duro y con un par de temas bastante sensibles e incluso tabúes en algunos lugares del mundo, en realidad en casi todos, pero tocados de una manera sutil, sin caer en lo vulgar o insulso.
Un
niño que con tan sólo diez años tiene que hacer de padre de su hermanita menor,
y por momentos padre de su propia madre quién no parece importarle la
responsabilidad de tener 3 hijos. Johnny es el del medio, pero para ser el
mayor. Su hermano más grande solo le importa drogarse y tener sexo con su
novia.
Nuestro
protagonista está en una etapa de crecimiento donde se plantea muchas cosas.
Muchas preguntas para con el mundo y por sobre todo para con los adultos, con
esa gente que se codea a diario y que hasta parece ser uno más. Un niño que ha
sido robado de su infancia, se ve obligado, por el simple hecho de ser unos
años mayor que su hermanita, a ser el ejemplo, a ser quién hace todo en la casa
y una madre que está más ausente que el propio padre que “salió a comprar
cigarros y nunca volvió”
Si
esta historia fuera real le recomendaría fervientemente a esa familia ir a
constelar. Mucho para acomodar en ese clan donde un niño debe hacer las veces
de un adulto que no le corresponde. Sumado a esto comienza a surgir algunos
sentimientos extraños para con su profesor de la escuela.
La
actuación del pequeño Aliocha Reinert es excelente. Logra capturar y demostrar
cada una de las cosas que le pasa por dentro. Hay un mini monólogo que hace
cerca del final que te deja temblando. El resto del elenco está bastante bien,
pero el pequeño se roba la pantalla.
Me parece
magnífico esto que sucede en Europa. Ellos viven en Francia, al límite con
Alemania y la madre de Johnny trabaja en Alemania. Quizás este año me vaya para
aquellos lugares y haga algo similar, me fascina la idea de vivir en un país y
trabajar en otro que esté pegadito.
Mi
recomendación: Buena película francesa para
arrancar bien el festival.
Mi
puntuación: 7/10
Zona
de spoiler:
Súper
turbio el tema de que el niño bese a su profesor y se empiece a sacar la ropa. No
logré ver en qué momento se llegó a eso, siento que ahí al guion le faltó un
poco de profundidad, no hay mucha información sobre lo que está sucediendo con
el niño, más allá de una obsesión con su profesor, nunca me pareció que iba para
el lado sexual. Pareciera que los niños vienen cada vez más maduros, porque
parece inverosímil que un niño tan chico pueda pensar en sexo a los diez años,
pero a su vez parece ser algo cada vez más normal.
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