Son pocas las secuelas que superan o están al nivel de
la primera película. Esta es una de esas pocas. No la supera, pero si está al
mismo nivel. Logra mantener el mismo nivel de suspenso durante sus 97 minutos
de duración, al igual que su predecesora, la cual mantiene la tensión a un nivel
tan alto como esta.
Krasinski vuelve a demostrar lo capaz que es como
director, y esta vez además como escritor, siendo él la persona encargada del
guion esta vez. No es necesario agregar que verlo actuar siempre es un plus.