Hace
poco me di cuenta que me cuestan los finales. Cuando escribo y en algunos
momentos de mi vida. Esto lo relacioné enseguida con varias series que tienen
finales malos, y llegué a la conclusión que a veces apuramos los finales porque
tienen que llegar, y no siempre terminan siendo satisfactorios para todo el
mundo.
Luego
de tal aclaración debo decir que el final de esta era de Marvel me dejó un
sabor agridulce. No me pareció un mal final, pero tampoco le final épico que
esperaba. Pareciera que quiero quedar bien con Dios y con el Diablo, pero esta
vez no tiene que ver con mi indecisión.