Ya he dicho varias veces que dentro del cine independiente argentino hay buenas películas y buenas series, también he confesado que no veía tanto por el hecho de que hay producciones malas, que realmente no entiendo por qué llegaron a ser película. Es el caso de este film nacional, que a pesar de durar una hora me pareció muy lento y que no pasaba nada.
Tiene algunos mensajes interesantes y claros, pero no logra cautivar ni atrapar. Un hombre ya muy grande que vive solo, en una casa inmensa donde vivió con su mujer y su hijo. La casa refleja el estado interior de este hombre, quién ya resignado acepta que en cualquier momento se va. No hace ningún esfuerzo por vivir, simplemente sobrevive esperando ese momento en el que deje de respirar.