Es
un film intenso, profundo y por momentos lentos. A veces parece predecible con
lo que va a suceder, pero si uno conoce la historia en la cual está basada el
film cambia un poco. Porque esa parte que parece predecible lo es, aun así,
seguimos viendo. Es como ver esas películas que dicen “basadas en hechos
reales”, y si uno conoce lo que pasó, ya sabe cómo viene y lo interesante es
ver cómo sucede.
Las
actuaciones están bastante bien por parte de nuestros dos protagonistas.
Marcello por momento te da pena, te dan ganas de darle una cachetada para que
se avive y deje de caer en el abuso que sufre por parte de Simone. Pero también
sabemos que esto es muy difícil a veces.
Los
abusos en los vínculos no son sólo en los sexo-afectivos. En la amistad (o al
menos en lo que parece una) también los hay. Algunos de nosotros quizás hemos
tenido ese amigo que sólo aparece cuando necesita plata o que le prestes algo,
pero nunca tiene o nunca puede. Ese amigo que, porque es más grandote que vos
te hace bullying, te maltrata y cree que puede hacer con vos lo que quiera.
Es
clave el mensaje que deja este film sobre los abusos, tratando de iluminar, de
que se vea que esto le puede pasar a cualquier persona, que no estamos exentos.
Hay que saber darse cuenta de estos abusos y por sobre todo hay que tener el
valor de decir basta, hasta acá. Sin necesidad de llegar a la muerte de alguno
de los dos protagonistas.
La
fotografía, la imagen y la banda sonora están a tono con el film. Una
iluminación que acompaña en su tono oscuro y denso. Por momentos el film se
pone denso, lento y dan ganas de ponerle un poco más de ritmo o darle
velocidad.
Mi
recomendación: Interesante film italiano
basada en un hecho real.
Mi
puntuación: 6/10
Zona
de spoiler:
En
la primera media hora del film ya te das cuenta que Marcello va a matar a
Simone. Se va a cansar, va a explotar y lo va a asesinar. A esto me refiero
cuando digo más arriba que es obvio, pero si sabes la historia quizás no te
preocupa.
Raro
es que Simone sea tan estúpido como para meterse solo en una jaula de perro, y
que Marcello viendo que puede escapar no haga más que pedirle que pare. Hasta
que por supuesto agarra el caño y le parte la cabeza. Después piensa que está
mal y se acerca para ver que le pasaba, dándole la chance de casi ahorcarlo.
Todo muy raro ese final.
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