Sinceramente no le tenía fe a esta serie. Pensé que podía llegar a ser un bodrio como lo fue “Blockbuster”, por suerte no lo fue. Me encontré con una serie fresca, divertida y que daba ganas de seguir viéndola. Con interpretaciones aceptables. No es una serie que te va a cambiar la vida, pero si buscas reírte un rato con algo que no te haga pensar mucho, esta serie es para vos.
Netflix le sigue apostando a las comedias en lugares de trabajo. Ya hablé más arriba de la fallida “Blockbuster”, hay otra más fallida en don N, y esa es “Fuerza Espacial”, ni siquiera Steve Carell o Lisa Kudrow pueden salvar esa serie. En Inestable nos encontramos con Ellis Dragon, un narcisista, ególatra y exitoso empresario/científico (guiño a Marvel, quizás) luego de la muerte de su mujer actúa errático y lo quieren fletar de su propia empresa, ahí entra en acción su hijo, Jackson quién va intentar estabilizar a su padre y que no pierda su empresa.
Una
de las cosas curiosas de esta serie es que está interpretada por padre e hijo
de la vida real. Rob Lowe y John Owen Lowe, su química es obvia, pero creo que
va más allá de ser familia. Rob hace un papel similar a varios que ya ha hecho,
a mí me recuerda a Chris Traeger, de “Parks and Recreation”
muy excéntrico, muy arriba siempre. Ojo, que no lo hace mal. Owen es la primera
vez que lo veo actuar y la verdad que me convenció en todas sus intervenciones.
Leí un poco sobre este dúo y cómo apareció la idea de la serie y resulta que no
está muy alejada de la realidad, el hijo que tiene miedo de vivir en la sombra
de su exitoso padre, la idea de trabajar en lo mismo y muy cerca de su padre.
Tiene
sus momentos muy divertidos, me he reído bastante, pero también tiene momentos
que dan cringe. Los personajes de los mellizos me parecen que son lo peorcito
de la serie, tanto los actores como la presencia de esos personajes. Hay un
buen elenco secundario, con nombres importantes como Sian Clifford (conocida
por Fleabag) y Fred Armisen, quién siempre está en series o películas cómicas
más conocido por su época en Saturday Night Live.
Es
una serie cortita, divertida y llevadera. No hay mucho más para pedirle. Vemos
como un padre trata de dejar de querer corregir o moldear a su hijo a su
manera. Formas de enfrentar un duelo, formas de seguir adelante. Los vínculos,
el amor, la amistad. Probablemente Netflix no saque más temporadas de esta
serie, pero tampoco hacen falta. Me parece que el último capítulo tiene un buen
cierre.
Mi recomendación: Para
reírse un rato, sin pensar, dejarse llevar por este dúo y relajarse un rato.
Mi puntuación: 6/10
Donde Verla: Netflix
Tiempo invertido: 1 temporada,
8 episodios. 20-26 minutos
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