Estoy dando un paseo por Latinoamérica, viendo pelis de este hermoso continente donde nací y aún vivo. Ahora fue el turno de visitar Chile con esta película de suspenso, con algunos toques de trama y de terror. Escrita y dirigida por Nicolás Postiglione, es un film que no está mal, pero tiene un ritmo lento y una banda sonora que no ayuda.
Quiero arrancar por lo malo. Siempre digo que, para mí, la banda sonora debe acompañar, no tiene que subrayar momentos o acentuarlos. En el caso de esta película chilena la banda sonora distrae muchísimo. Están todo el tiempo los violines marcando, subrayando los momentos tensos. En mi opinión, hay demasiado ruido a lo largo de los 88 minutos de duración. Constantemente me encontraba pensando en lo molesto que eran esos intentos de meter más tensión de la que ya había.
La
premisa del film es interesante. Muestra dos cosas calves, una es a lo que
llegan o pueden llegar los padres para proteger a sus hijas. Otra es cómo nos
dejamos llevar por apariencias y estereotipos al momento de juzgar a los demás.
Ricardo y sus hijas están yendo una casa que sólo se accede por agua. En el
camino Ricardo ve que unos muchachos se están hundiendo y en vez de ayudar huye
del lugar por temor, un temor que quizás está infundado o quizás no. Lo que sí
se encarga de decir en varios momentos del film es cómo los mapuches “están
haciendo estragos”, queriendo decir que están rompiendo, robando, usurpando las
casas del lugar. Comentario horrible por parte de este hombre blanco.
Es
interesante ver hasta dónde puede llegar un padre para querer que sus hijas
están a salvo, y ver cómo una hija puede llegarle a los nervios más internos a
un padre. Todo el caos se desata cuándo empiezan a buscar a uno de los otros
muchachos. El padre nunca confía en estos chicos, está todo el tiempo a la
defensiva. Hay un giro interesante cuando hablan de “la guarida”.
Hay
mucha tensión, pero a veces el ritmo del film baja un poco. Entre tantos
silencios (de habla) y miradas entre los personajes o tan solo mirando
pensantes. De nuevo, la banda sonora me descolocaba constantemente. No es una
mala película, porque es llevadera por momentos y te dan ganas de seguir viendo
para ver que va a suceder con estos personajes en medio de esos paisajes
hermosos del país vecino.
Las
actuaciones están a la altura del film, creo que no se destaca nadie, pero
tampoco hay alguno de los 5 protagonistas que haga las cosas mal. Quizás estos
muchachos con cara de malos y movimientos bruscos se destacan un poco más, me
gustaría verlos en otro film para ver si es así o no.
Mi
recomendación: Interesante film chileno, con
mucho suspenso y tensión subrayado por demás.
Mi
puntuación: 6/10
Zona
de spoiler:
Me
quedé con ganas de saber qué pasó con Adrián, el muchacho desaparecido. Estuvo
interesante que el padre haya matado a su hija Claudia y no a Tere, creo que
era obvio si mataba a Tere en ese accidente, no me pregunten por qué,
simplemente lo siento así.
Lo
que no entendí fue por qué Tere saltó al agua de la nada, y cómo llegó tan
rápido a la orilla.
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