Confieso que el único motivo por el cual me decidí a ver esta serie fue porque actúa Idris Elba, uno de esos actores que suelen ser garantía de que lo que vas a ver está bueno o al menos va a zafar con la actuación del grandote. En este caso me llevé una grata sorpresa porque es una serie cómica y profunda, y porque actúa la hermosa Piper Perabo, de quién me enamoré en “Coyote Ugly”.
Realmente
no sabía que esperar un DJ que fue famoso en su época, y ahora está buscando
volver, pero termina siendo el niñero de la hija de su famoso mejor amigo, que
está casado con la DJ más famosa. Parece todo muy “perfecto” para que esta
serie se desarrolle por el lado de aprovecharse de las conexiones. Pero resulta
ser una serie con mensajes profundos, hasta me hecho soltar alguna que otra
lágrima en algún capítulo.
No
es una serie que te venga a cambiar la vida, ni a contar cosas nuevas. Ya
varias veces dije que no importa (a veces) lo que contas, sino cómo lo contas.
Gabbs es una niña que tiene “la suerte” de tener padres que laburan
constantemente, que laburan fuerte para poder darle todo…y ese es uno de los
grandes errores de algunos padres. No soy padre, pero soy hijo, y como tal
puedo confirmarles que prefiero tener el amor, el apoyo de mis padres a que me
“den todo”, porque muchas veces ese dar todo lo confunden con lo material, y
si, es necesario tener algunas cosas, sobre todo cuando sos menor a 10 años que
por ahí te conformas con lo que te dan, pero llega un punto que podés tener
todo, y a su vez no tenes nada. Ella solo quiere vivir una vida “normal”,
lamentablemente su vida está muy alejada de esa normalidad que ella quiere, y
encuentra un cable a tierra en Charlie.
Las
actuaciones están bastante bien. Elba nunca decepciona, te puede hacer de un
policía violento, de Heimdall, y también de un DJ que termina siendo niñero de
una manera excelente. Piper Perabo también hace un gran papel, es una gran
actriz que no ha tenido la chance (o no apareció en cosas muy famosas) de
brillar como realmente se lo merece. La pequeña Frankie Hervey hace un gran
papel de esa niña malcriada que hace lo que quiere, pero porque no conoce otra
forma de vivir la vida, de llamar la atención de sus padres.
Toca
temas profundos como dije antes. Ataques de pánico, la aceptación de lo que uno
realmente es. La familia, y más motivos para NO tener hijos. Entender que a
veces tenemos que hacer cosas o vivir situaciones que no queremos, pero que se
puede sacar provecho o sacar algo de esas situaciones desafortunadas. Y también
que traer niños a este mundo debe ser una decisión consciente y concreta, nada
de hacerlo para salvar un matrimonio o para no sentirse solo.
No
me gusta la música electrónica, para nada, ni un poquito. La música que hay en
esta corta serie me hizo mover la cabeza un par de veces, por ende, no está tan
mal. La fotografía e imagen de esta serie también es hermosa. Ver esas playas
españolas, dice ser Ibiza, pero fue filmada en Mallorca.
Mi recomendación: Buena
serie para pasar el tiempo, es cortita y concreta, quizás después de verla no
la recuerdes por mucho tiempo, pero creo que vale la pena ver.
Mi puntuación: 7/10
Donde Verla: Netflix
Tiempo invertido: 1 temporada,
8 episodios. 21-24 minutos.
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