No me mal interpreten, no es una mala película. Tiene sus momentos divertidos, sus momentos dramáticos, sus momentos aburridos y, por su puesto, su mensaje hacia los más pequeños y también hacia nosotros los más viejitos.
Hubo
varios momentos que no lograron engancharme, me perdía, me dispersaba, era cómo
que no pasaba nada en el film. Es de esas películas que si la tenes de fondo,
la vas a disfrutar y entender igual. Tiene una fórmula clásica, no destaca su
guion para nada. Quizás si es original la historia, esto de ver a dónde van las
almas y cómo son las almas antes de nacer, sin embargo, no logró cautivarme y
hacerme mirar siempre la pantalla, tenía a mano la pantalla más chica y me
parecía más entretenido.
La
animación es preciosa, ninguna novedad tratándose de Pixar. Está todo muy bien
logrado y es atractiva. Quizás esto era lo que más atrapaba, daba ganas de ver
un poco más. Habla de música el film, pero no tiene una banda sonora que se
destaque. Parece muy frívola, si bien el Jazz tiene esa cosa distinta, que o te
gusta o no te gusta, le podrían haber puesto un poco más de onda.
El
mensaje es claro, como siempre. La vida hay que vivirla. La chispa está en eso,
en vivirla, en querer vivirla. Valorando lo que uno tiene, sabiendo que lo que
uno elige tiene que ser lo mejor para uno, el resto si quiere venir con
nosotros, que venga. Una vez que encontraste tu pasión, tu objetivo, hay que ir
a por ello. Ya lo dijo Eminem en su canción “Lose Yourself” y por eso la tengo
tatuada en mi piel, hay que meterse de lleno en lo que a uno le gusta. Puede
que tardes mucho en encontrarlo, no está mal, sólo hay que darle para adelante.
Mi
recomendación: Pasable película animada de
Pixar, para tener de fondo mientras haces las cosas del hogar.
Mi
puntuación: 5/10
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