El año en que salió este film fue un año raro, duro y distinto para mí. No estaba pasando por un buen momento y, a pesar de las inmensas ganas que tenía de ver este film, no lo vi. Me encuentro cuatro años después viendo este nuevo origen del Joker, y la verdad que lo he disfrutado bastante, es intenso, crudo y más humano.
Sabía que no era un film basado pura y exclusivamente en los cómics de Batman. El Joker tiene varios orígenes distintos, también los tuvo en las películas. Me gustó bastante que sea un film que está situado dentro de las historias y lineamientos de los cómics, pero no es lo más importante. Sucede en Gotham, ciudad ficticia de los cómics, existen los Wayne, por ende, eventualmente va a existir Batman. Al estar situada en 1981, los padres de Bruce aún están con vida, y eso da un poco de tranquilidad, el confirmar que este film es pura y exclusivamente basado en Arthur Fleck, una versión del Joker.
Ahora
centremos nuestra atención en la historia. Fleck tiene claros problemas
mentales que a lo largo del film veremos algunas de sus causas y cómo se
desarrollan al no ser tratados de la manera que deberían. Es una persona
patética que sufre el bullying de casi todos, es golpeado, maltratado, insultado,
bastardeado por todos, incluso su propia madre, quién también tiene sus
problemas mentales. Él no quiere ser malo, en el fondo tiene un buen corazón,
pero todos estos maltratos van llenando de oscuridad su corazón, y su mente
entra en cortocircuito. Quizás parecen excusas para justificar la violencia,
para decir “está bien que haya explotado de la forma que lo hizo”. Esto que voy
a decir a continuación puede sonar controversial, pero la historia de Fleck me
hace acordar a la historia de Barreda, ese odontólogo argentino que cansado del
maltrato por parte de su mujer, hija y suegra, agarró una escopeta y las mató.
¿Cómo
enfrentar el maltrato sin caer en la violencia? Este film no nos da esa
respuesta, tampoco hace mucho por buscarla, creo que no es su función. Tiene un
mensaje sobre la salud mental, la importancia de esta, pero cuando no tenes
mucha plata, y vivís en una ciudad dónde recortan el presupuesto para los
lugares que tratan la salud mental de este tipo de gente, parece que la
solución es la que eligió Fleck.
La película
tiene por momentos una lentitud que no ayuda, va creciendo en intensidad, pero
le sobran varios minutos de sus 121. Tendría que haber sido un poco más corta,
algunas escenas que no sumaban al total fueron innecesarias. Aunque es cierto
que hay un gran desarrollo del personaje del Joker, vemos cómo va cayendo en el
abismo de la locura para sólo renacer como ave Fénix envuelto en un fuego tan
oscuro que lo consume a él mismo. Cuándo salió el film supuestamente iba a ser
uno solo, pero por plata baila el mono y decidieron hacer una secuela. Lo cual
me gusta, porque es una gran historia de cómo comienza un villano, cómo el gran
enemigo de Bruce nace, quizás no se enfrente a Batman, pero va a dejar un
legado y seguramente lo van a copiar.
Joaquín
Phoenix fue una gran elección para este personaje. Tiene la locura y la cordura
suficiente para llevar a la pantalla al Joker, hace una gran actuación, esa
risa tan extraña, ese declive hacia lo oscuro, lo captura de una excelente
forma, no hay dudas que se merecía el Oscar de ese año. De Niro está bien, me
costaba por momentos creerle ese papel de conductor. Zazie Beetz es una de esas
que aparece en ambos universos de los cómics, hizo de una gran Domino en “Deadpool
2” y acá hizo un buen papel, no aparece mucho, sin embargo, fue suficiente.
Mi
recomendación: Buena película para ver cómo
la locura nos puede afectar a todos.
Mi
puntuación: 7/10
No hay comentarios.:
Publicar un comentario