Cuando empecé a ver esta serie tenía un poco de miedo que se tome muy para la joda el tema del cáncer, digamos que no es algo con lo que está bueno joder. Pero también es cierto que es una serie catalogada como humor negro, más siendo británica, podía pasar que se tome muy para la chacota este tema, por suerte no fue tan así.
Tiene muchísimo humor negro, es constante y hasta por momentos tiene un humor un tanto…tonto. La mayoría de las veces este humor viene de la mano del doctor Ian, a quién lo hacen tan, pero tan estúpido que por momentos pensas: “bueno, listo, no me lo hagan tan salame al pobre doctor”. Aun así, hay muchísimos momentos dónde se abusan del gag de este doctor que le faltan algunos jugadores. Y eso es justamente lo que por ahí hace que uno no termine de meterse de lleno en esta serie.
La trama a veces se va para varios lados, si bien el foco
es Daniel y su mentira del cáncer (después que se lo diagnosticaron), en la
segunda temporada ya empiezan a estirarlo para otro lado, con la aparición de
otros personajes que quizás no son relevantes para la historia. Al parecer iba
a salir una tercera temporada, pero quedó en la nada eso, quizás para bien.
Las actuaciones son lo más destacables de toda la serie.
Puede que me gane el odio de algunas personas con lo que voy a decir a
continuación, pero no sólo vi una película de Harry Potter, por eso no puedo
opinar mucho sobre otras actuaciones de Rupert Grint. En esta serie actúa muy
bien, todo lo que hace y dice es creíble, es uno de los motivos para continuar
viendo. Nick Frost es un buen actor que en este caso hace de ese tonto doctor,
lo hace muy bien, es muy creíble todo lo que le pasa y hace ese doctor que se
confunde hasta de que mano tiene lastimada. En la segunda temporada aparece
Lindsay Lohan, quién he tenido mala suerte luego de sus escándalos, sin
embargo, creo que hace un buen papel, por más pequeño que sea. El resto del
elenco también están bien, hay un buen acompañamiento de sus actores
secundarios.
No es una serie que te va volar la cabeza, es más para
pasar el rato. Es cortita y para esos momentos que no queres pensar, sólo
distraerte con muchas mentiras, cómo cuando tu ex te mentía y le creías
todo…iluso/a. Tiene algunas escenas violentas, por lo cual no es para ver en
familia, incluso un lenguaje bastante subido de tono.
Mi
recomendación: Pasable comedia negra inglesa, mirala cuando estés muy al
pedo.
Mi
puntuación: 5/10
Donde
Verla: Netflix
Tiempo
invertido: 2 temporadas, 14 episodios. 25-30 minutos (45 el primero)
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