¿Podrías estar un mes sin celular, sin tele, sin compu? Esta serie francesa se encarga de mostrarnos cómo es posible (si es que es posible) de una manera muy divertida y además con mensajes muy profundos de amistad, familia y amor.
Léa y Manon son dos primas que viven en París. Una persigue su sueño de ser cantante famosa y la otra persigue a su ex novio al punto de quedar como una stalker. Una mala pasada en un show hace que Manon no quiera usar más su celular por todas las burlas, los ataques constantes. Léa no se termina de dar cuenta lo obsesionada que está con su ex, esta desintoxicación de pantallas las va a ayudar a las dos…o tal vez a ninguna.
Hay
varios momentos que te van a hacer reír muchísimo. Situaciones que quizás te
resulten familiares, cosas por las que has pasado. Captura muy bien esa
abstinencia a las pantallas. Es una tarea difícil más para alguien como Manon
que está buscando re armar su carrera artística, comunicarse a la antigua con
un teléfono fijo, que encima no está en la casa de ellas sino en el local de su
amigo debajo de su casa. Esto causa muchas situaciones desopilantes, algunas te
quedas mirando y pensando qué onda, otras te tocan.
La
comedia no es todo para esta buena serie francesa. Si bien es lo primero
(segundo Francia), el género que le sigue de cerquita es el drama. No un drama
de situaciones híper tristes que no aportan a la historia. Hay varias
situaciones de la vida cotidiana que están muy bien tocadas y generan ganas de
llorar, voy a desarrollar más en la zona de spoiler.
No
sólo seguimos la vida de estas primas, sino que también nos cruzamos con el
resto de la familia. Es como una especie de “Modern Family” francesa, pero con
otras historias y otras intenciones. El hermano de Léa por ser médico y con un
bebé, casi que ni lo cuida. El otro hermano que con su pareja parecen siameses.
Los padres que están en un vínculo que no va para ningún lado. La mamá de Manon
(que vieja de mierda) que la hace sentir culpable a más no poder, cuándo Manon
no tiene nada para sentirse culpable.
Las
actuaciones están todas al nivel de la serie, no hay nadie que se destaque,
todos desde sus protagonistas hasta los secundarios hacen una gran labor,
capturando la esencia de los personajes que representan.
Mi recomendación: Interesante
serie para reírse un rato e imaginarse que haría uno sin pantallas.
Mi puntuación: 6/10
Donde Verla: Netflix
Tiempo invertido: 1 temporada,
6 episodios. 25-30 minutos
Zona de spoiler:
Léa
y Manon están unidas por sangre, pero la amistad que hay entre ellas dos es más
fuerte que la sangre. En el último capítulo vemos lo difícil que es para Léa
dejar París, ver como ambas lloran y se ponen tristes ante la cercana ausencia
de su amiga es muy triste, a mí me hizo llorar más que nada pensando en un
nuevo adiós para con mi hermana de la vida, quizás a otras personas no les
llegue tanto, a mí me re llegó y me imaginé en esa situación, que no está muy
lejos.
La
inminente separación de los padres de Léa tiene mucho sentido y es algo que
puede suceder. Hace un tiempo vengo con cuestionamientos a las parejas que
duran mucho, sin hijos seguro que no durarían. Este es un claro ejemplo, ambos
jubilados, él quiere hacer su vida, metido con las pantallas a full, entre
videos, juegos, no demuestra interés hacia su mujer, quién quiere vivir más la
vida, el momento. Cuándo ella sugiere terminar el vínculo, él no entiende
porqué. No sólo porque ella conoció a alguien, sino porque él no le da bola, si
ella no hace las cosas de la casa, él no hace nada.
La
madre de Manon, que le repite una y otra vez “Me abandonaste”. Hermana, supera
ya que tu hija quiere hacer su vida, persigue sus sueños, no todo ronda a tu
alrededor, media pila.
Ver
que Léa termina enganchada de su amigo Gagan es un triunfo. No tengo motivos,
pero me encanta.
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