viernes, 14 de abril de 2023

The king of Staten Island

Vamos a arrancar con lo peor del film, tiene varias cosas malas, pero lo peor de todo es su duración. Más de dos horas y cuarto para contarnos una historia sobre un chango que se droga una banda y quiere ser tatuador, no es bueno, aun así, busca e intenta mejorar su forma de tatuar. Tiene similitudes con la vida real del actor Pete Davidson, parece ser autobiográfica, con algunos cambios.

La historia va por muchos lugares, se alarga la trama al pedo y hay situaciones que no suman para el total de la historia. No me reí mucho, a pesar de ser una comedia. Estuve en dudas varias veces si la veía o no, pues ando con ganas de reírme, de ver algo que sólo me haga reír, le tendría que haber hecho caso a mi instinto que me decía que vea otra…

Lo que sí me pareció interesante fue cómo la historia sigue y nos muestra el crecimiento del personaje de Davidson (quién se llama Scott en honor a su difunto padre en la vida real que era bombero y murió en el atentado a las torres gemelas), vemos como a lo largo de los eternos 132 minutos crece, madura y comienza a ser más responsable, más consciente de que si él no hace nada por su vida, nadie lo va a hacer.

No está mal no saber qué hacer con tu vida, estar perdido. Él tiene un objetivo, ser un buen tatuador, pero a veces pareciera que no hace nada para que esto suceda. Su mamá empieza a salir con alguien (otro bombero) y esto a él lo pone mal, con 24 años. Cuándo su madre deja de apañarlo y comienza a tomar cartas en el asunto a Scott no le queda otra que hacer algo por su vida.

Hay más drama que comedia en esta supuesta comedia, que lindo es ser redundante. Si bien el director por momentos logra mezclar bien estos dos géneros, muchas veces se queda a mitad de camino, no logra mantener un buen ritmo a lo largo del film. Hay muchos momentos que son tan chatos y faltos de ritmo que te distrae muy fácil.

Las actuaciones están a la altura del film, me parece que ninguna se destaca. No recuerdo haber visto antes a Davidson en algún film, me pareció regular su actuación, al parecer haciendo de una versión de él. Marisa Tomei siempre está bien, encaja bien en este film. Bill Burr hace un aceptable papel como esta nueva pareja de Tomei. El resto del elenco están acorde al film.

No hay mucho más para decir de esta película filmada íntegramente en Staten Island, tiene situaciones que quizá alguno se puede sentir identificado con el protagonista. La familia, cómo seguir adelante con la muerte de un padre, cómo les afecta a algunos y otros. Madurar, crecer y hacerse cargo son claves en este film.

Mi recomendación: Pasable film medio cómico, medio dramático. Creo que lo van a disfrutar más los fanáticos del director y de su protagonista.

Mi puntuación: 5/10

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