El cine australiano es uno de mis puntos débiles. También es un cine que hace buenas películas, buenas series, y a veces hace cosas muy malas. En el caso de esta película de terror está más cerca de lo bueno que de lo malo, tampoco es lo mejor que vas a ver de terror, es una historia ya contada, pero con una mano y unas frases para entrar al mundo de los muertos.
Temía que sea una de esas películas de terror que abusa del susto “salto”, por suerte no lo es, si tiene algunos que hace que te de algún sustito, pero no abusa de este recurso y los sustos están bien generados. La historia de la adolescente que pierde a un familiar y que no encaja con la gente de su edad ya la escuchamos varias veces, lo interesante de este film es cómo llega esa mano a ser la gran protagonista. En un comienzo estos adolescentes lo toman como un juego, para grabar videos y pasarla bien, una especie de droga que al parecer los que agarran esa mano se comen tremendo viaje (nunca nos cuentan del todo ese lado).
Siento
que el film roza más el drama que el terror, incluso hay momentos que son de
suspenso. Tiene potencia en el entorno visual, la fotografía y la imagen hace
que este film de bajo presupuesto no parezca eso. El juego con las luces, con
la oscuridad, con los cambios de planos, cambios de cámara y su banda sonora
hace que el film nos atrape en su atmósfera terrorífica.
También
los efectos especiales y el maquillaje están bien hechos en este film que dura
poco, pero a veces se torna lento. Hasta tiene un par de escenas que no suman
mucho a la historia en general. Hay poca información sobre esa mano, pero eso
no me molesta, porque creo que los directores australianos apuntaron a hacer
una secuela y contarnos más, lo cual van a hacer, ya están haciéndola, me
pareció una apuesta arriesgada, pero que les funcionó.
La
película también funciona gracias a sus actuaciones. Sophie Wilde es nuestra
protagonista a quién le pasan un montón de cosas en los 90 minutos que dura el
film y sabe demostrarlo muy bien. Alexandra Jensen fue la que más me gustó, su
actuación cuenta con mucha sutileza a la hora de demostrar lo que le pasa, pero
lo hace muy bien. Miranda Otto es una de esas actrices que sabes que la tenes
de algún lado, sabes que actúa bien y, sin embargo, nunca logras adivinar de
donde la tenes. Por último, quiero mencionar a Zoe Terakes, la actriz trans no
se toca ese tema en esta película, pero si vieron la TREMENDA serie “Wentworth”,
van a verla pasar por eso y hacer un gran papel, en este film aparece poco,
pero convincente.
El
cine de terror es uno de esos géneros que tiene muchos sube y baja, me parece
también que es uno de los que la gente suele estar de acuerdo con lo que es
“bueno y malo”. Este film nos viene a dar una bocanada de aire fresco, una
pequeña bocanada de unos 90 segundos. Vale la pena ver esta película, no es lo
mejor de terror, pero créanme que no es lo peor.
Mi
recomendación: Interesante film de terror,
una historia vieja contada de una distinta manera, dale una mano.
Mi
puntuación: 6/10
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