El nombre de esta película me recuerda a una chica con la que salí durante un tiempo y el destino no quiso que sigamos juntos, tampoco tenemos contacto, pero si lees esto Fifi mándame un mensaje, una vez dicho eso, en este film nuestra protagonista tiene una familia disfuncional, casi insoportable. Una madre que prácticamente actúa cómo una nena, una hermana mayor con un bebé, harta de vivir ahí, la otra hermana que casi no está en la casa y la acusan de ser sexópata, el hermano que es un cero a la izquierda y piensa que Fifi es su empleada. Luego están los hermanos pequeños, uno de 9 años que es bastante insoportable y la más pequeña que parece ser la única tranquila. Sumemos a un padrastro que no aporta nada y tenemos una familia en un pueblito de Francia que apenas tiene para comer y apenas puede pagar el alquiler, pero los adultos no se comportan como tal, obligando a Fifi actuar cómo una adulta con tan sólo 15 años.
Con
una familia así yo también aprovecharía la oportunidad de escaparme a la casa
de una amiga que se fue de vacaciones. El tema en este caso que el hermano
mayor quién estudia en París, volvió a la casa y también quiere estar solo.
Entre estos dos empieza a generarse algo. Durante todo el transcurso de la
película esperaba que no sea algo sexo afectivo, pues ella tiene 15 y de él
nunca dicen la edad, pero más de 20 seguro. Se genera un vínculo que va
creciendo, me gustaron algunas charlas que tuvieron en dónde ella parecía saber
mucho más que él. Y mientras veía eso me fue inevitable pensar que los años no
hacen a la sabiduría, todo lo que ella vivió en una familia de bajos recursos,
no se compara a todo lo que él vivió en una familia adinerada que siempre se va
de vacaciones a una isla y le pueden pagar los estudios en la ciudad más cara
de Francia.
Él
también le da algunos consejos interesantes, el mejor es cuándo le dice que
viva su vida, que disfrute porque cuando menos te das cuenta la vida adulta te
atrapa y no te deja salir. Lo curioso es que Fifi lleva viviendo esta vida
adulta hace años, sin realmente serlo, una niña ya transitando la adolescencia,
que nunca la vive como debe ser, por tener que ser responsable en lugar de sus
madre y padrastro. Ese dolor, esa carga se puede ver en la cara, en los ojos,
en la forma de actuar de Fifi.
Una
historia cruda y real es lo que nos cuentan los directores Jeanne Aslan y Paul
Saintillan, tal vez podrían haberla hecho un poco más corta o con más ritmo,
pero creo que aciertan en mucho de lo que nos dicen, los mensajes son claros y
llegan. Sobretodo el del final, un final que no es esperado y está bien
contado, no hace falta decir mucho, solo ver la decisión que nuestra
protagonista toma y entender que ella podemos ser todos en algún momento de
nuestras vidas.
Mi
recomendación: Interesante film francés dentro del marco de este festival
que casi se acaba, aprovechen a ver buen cine francés gratis.
Mi
puntuación: 6/10
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