Luego de ver la bellísima “Close” del mismo director Lukas Dhont, y leer que era su segundo film, me dieron ganas de ver el primero. Otra hermosa película que toca otro tema profundo y necesario. En este caso nos encontramos con Lara, quién es una chica transgénero y quiere ser bailarina clásica. Parece algo polémico, no lo es ni de cerca.
Me parece que lo más interesante de este film es que no se centra en un posible bullying por parte de sus compañeros y compañeras de escuela por ser transgénero. Algo que uno quizás puede esperar con la premisa del film. Va más allá de eso. Es un film “inspirado en una historia real”, que es diferente a “basado en hechos reales”, lo cual le da un toque distinto, no sé bien qué es ese toque, pero lo tiene.
La
pubertad es uno de los temas principales del film. Podríamos hasta obviar que
Lara es transgénero y enfocarnos en cómo el director y guionista toca este
tema. El sufrimiento de estar creciendo y no aceptarnos. En este caso es un
poco más profundo, Lara se mira al espejo y no se reconoce, tiene un cuerpo que
no quiere tener. Ella quiere ser mujer ya, y está dispuesta a hacer lo
imposible para hacerlo. Desde hacerse sola los agujeros en las orejas para los
aritos, pasando por tomar hormonas, hasta…lo digo en la zona de spoiler.
El
sufrimiento por el que pasa Lara es tremendo. No sólo para con su cuerpo, sino
con su sueño. El ser bailarina clásica y tener un cuerpo que no está
acostumbrado a ciertos movimientos. El actor Victor Polster logra capturar y
transmitir todo ese sufrimiento de una manera espectacular. Una gran actuación
por parte del belga, quien nos hace sentir muchísimo con sus miradas, sus
muecas, con todo su cuerpo. Arieh Worthalter también realiza una gran labor
cómo este padre que apoya a su hija sin importar lo que pase o lo que haga, él
solo quiere que ella sea feliz, intenta comunicarse con su adolescente hija y a
veces se hace difícil.
Su
padre la acompaña a toda cita que tiene con doctores. Se ve con psicólogos,
médicas y médicos que le explica lo que va a pasar cuándo se opere (que
tremendo es cuando le explican cómo va a ser la operación), que tiene que tener
paciencia. Tiene un hermanito quién la acepta también como es, sabemos que los
más pequeños son los más propensos a aceptar a la gente sin juzgar.
Seguir
a Lara en este camino de no identificarse cuando se ve en el espejo, de querer
todo ya, querer ser mujer ya, es un viaje que el director logra llevarnos de
manera hermosa. La forma en que está filmada suma a esto, mucha sutileza en la
dirección, en el uso de los planos. Me encontraba constantemente admirando la
forma en que está utilizada la cámara, sobre todo en esas escenas dónde Lara
está bailando y la sigue de tan cerca que pensé que le podía llegar a golpear.
Me
parece que Dhont es un director y guionista que promete muchísimo, metiéndose
con temas y situaciones que quizás otros no se animen o no lo hagan de la misma
manera. A mí parecer está en subida, su segunda película me pareció mejor que
la primera, pero no dejan de ser hermosas ambas. Voy a esperar con ansias su
próximo film, que estoy seguro que no decepciona.
Mi
recomendación: Hermoso film que trata muy
bien temas muy profundos y que son necesarios.
Mi
puntuación: 7.5/10
Zona
de spoiler:
Es
tanto el repudio que siente Lara por su cuerpo que llega a un extremo horrible.
No aguanta más el tener eso colgando y decide cortarse con una tijera el pene.
Lo que sufrí viendo esa escena, y sí, como la mayoría de los hombres que la
vieron, me agarré mis partes cuando veía que lo hacía. ¿Por qué? Nunca lo
sabremos.
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