El comienzo de este film es mucho más turbio que el primero, no se anda con vuelta y te muestra con que te vas a encontrar. Vemos a un Aaron cansado ya de hacer lo mismo (¿Cuánta gente habrá matado?) y decide confesar todos sus secretos. Del otro lado de la cámara nos encontramos con Sara quién tiene un canal de YouTube donde filma a gente que pone anuncios “raros” en Craiglist, una de las páginas más turbias del internet, obviando la Deep web.
Sara
al principio no le cree que sea un asesino, está acostumbrada a tener lástima a
los hombres que publican esos anuncios tristes y solitarios en la página. Se
pregunta si debe seguir o avanzar, pero como su canal no va ni para atrás ni
para adelante, decide seguir con este “rarito”.
La
dinámica es distinta a la primera. Acá no hay mentiras por parte de Aaron
(bueno, el nombre sí) es sincero y directo. Le dice lo quiere y lo que necesita
a Sara y esta sigue con su proyecto de filmarlo y ver para donde va todo. Aaron
se jacta de ser el asesino en serie más prolífero y que nunca atraparon. Sara
de a poco va confiando más en él y preguntando más cosas.
No
es ni mejor ni peor que la primera. Están ambas al mismo nivel, ambas te dejan
un final abierto para que sigan saliendo alguna que otra película. Quizás los
80 minutos de esta segunda parte sean un poco más llevaderos que los de la
primera, hay otro tipo de interacción entre estos dos personajes, pero no dejan
de estar a la misma altura.
Hay
un par de giros cerca del final de la película, pero no son giros que
sorprendan. No hay mucha novedad en lo que sucede, son cosas que te esperas. Lo
mejorcito de este film también es la actuación de Mark Duplass, aunque en esta
ocasión también hay que decir que Desiree Akhavan también hace un gran papel en
este film. Ambos logran cautivar y captar la atención a lo largo del film.
Mi
recomendación: Si viste la uno, mira la dos.
Es más, hace como yo y mirlas seguidas, tiene un toque distinto.
Mi
puntuación: 6/10
No hay comentarios.:
Publicar un comentario