La soledad parece ser lo que una a estas personas que viven en el pequeño pueblo de Venado Tuerto, La Pampa. Nos encontramos con la mujer que tiene dos hijos, separada del padre. El musculoso fachero del pueblo que rompe corazones al pasar, el concejal y su pareja quién es muy infeliz y aburrida en ese pueblito. El cura del pueblo con un ayudante/acompañante que tiene un acento cordobés súper trucho. Y por el último un hermano que viene al pueblo a predicar sobre dios, con un ayudante con el cual tiene sexo al parecer, pero no deja títere con cabeza en cada pueblo que pasan.
Tiene
una narración un poco lenta, por momento no sucede nada en la película. Muchas
historias cruzadas, entiendo que este sea parte del concepto del film, pero
quizás podrían haber reducido un poco la cantidad de historias. Si bien todas
se juntan en algún momento, hay varias que no suman al total. Le falta un poco
más de profundidad en los personajes, es todo muy superficial y no termina de
atrapar para disfrutar del film.
Me
habían gustado las dos películas anteriores que vi del director Santiago Giralt
(Upa 1 y 2), la forma en que esta filmada, con cámara en mano, es interesante,
similar a estos dos trabajos que menciono, pero sacando la parte de falso
documental.
Me
parece que el mensaje que quiere dar se queda a mitad de camino. Todos estamos
solos, pero la mayoría de estas personas no parecen estarlo, no nos muestra esa
soledad de la que se jacta el film. Como dije antes, le sobraron historias.
Las
actuaciones están a la altura del film, ninguno se destaca, ninguno desentona
(salvo ese cordobés trucho), no hay mucho para decir al respecto.
Mi
recomendación: Es una película que si no la
ves no te perdés de nada.
Mi
puntuación: 4/10
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