Me gusta indagar películas animadas que no sean de Usa o de Japón, es interesante ver otros tipos de animaciones, salir de lo común. Este film lo puse en mi lista por dos motivos: tengo un sobrino que se llama Nicolás y tengo un amigo con síndrome de Down, a quién hoy no veo tanto, pero pasé muchos momentos de mis años de adolescencia con él.
Algo
muy interesante del film es que uno sabe que Nicolás tiene el síndrome porque
lo dice en la sinopsis, alguien que no pasó tiempo o escuchó a hablar a alguien
que tiene esta condición quizás hasta no se da cuenta que la tiene. Toca muy
bien y muy sutil el síndrome la película. Es muy común que las personas con
dicha condición sean buenos, carezcan de maldad. No es que están exentos de
esto, pero parecen estar alienados o enajenados de la influencia del bien o el
mal. Simplemente son. Algo que a varios de nosotros nos cuesta muchísimo sin
ser condicionado por situaciones o pensamientos.
La película
es una animación en 2D, demostrando que aún puede haber buenas películas de
este estilo. Tiene claras influencias en el cine nipón animado y varias referencias
a películas yankees (hay una muy buena interpretada por dos ratoncitos que toda
persona de más de 15 años va a poder reconocer con facilidad y reírse).
Tiene
mensajes de amor, de salir adelante. No rendirse. Un claro mensaje es destacar
de qué porque alguien se vea diferente, no quiere decir que lo sea. Todos somos
iguales y tenemos que respetarnos y querernos por igual. Un clarísimo mensaje
de que los miedos hay que enfrentarlos, no hay que huir de ellos porque
eventualmente vuelven, siempre están ahí, expectantes de que estemos un poco
distraídos y así volver a nuestro lado y mirarnos de reojo con cara de “acá
estoy, volví para que me veas”. Dejar de huir. Enfrentar. No escapar.
No
podría confirmar si mi yo niño hubiese visto esta película entendería los
mensajes como los entiendo ahora siendo un adulto, pero creo que es una
película que se va disfrutar muchísimo en familia. Hay muchos momentos divertidos
y otros tantos que les van a hacer piantar un lagrimón hasta a la persona más
dura del grupo familiar.
Cabe
destacar que la voz de Nicolás no la hace un actor “simulando” tener el
síndrome. La hace un niño con esta condición, y lo hace de una manera
excelente. El acento que utilizan en el film el resto del elenco es un
castellano neutro. No se escuchan voces mexicanas, se escuchan voces que puede
entender y apreciar cualquier país de Latinoamérica. Por momentos me parecía
que el abuelo era medio argentino, pero todos tenían un tono bastante neutro,
algo muy admirable.
Mi
recomendación: Hermosa película animada de
origen mexicano para disfrutar en familia.
Mi
puntuación: 7/10
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