Dicen que no hay que darse por vencido. También dicen que la tercera es la vencida. En este caso fue cierto, ya que ésta es la tercera película que veo del estudio Ghibli, y me gustó. Las otras dos que vi no estuvieron mal y casi me hacen dejar de ver animé (para no recibir odio de sus amantes) pero decidí darle una oportunidad más y fue una buena elección. A veces está bueno dar otras oportunidades.
Es una historia hermosa, de amor, de buscar lo que a uno le hace feliz, le hace bien. Por ahí lo malo de este tipo de películas es que acentúan ese mensaje de que nos hace falta “otro” para tener un motivo de vida o para poder sentir el amor verdadero, pero no está mal la forma en que llegan a ese lugar.
Una
clara crítica a la avaricia en todos sus aspectos. Nos muestra como una guerra
puede dañar tanto que ni siquiera la magia es capaz de vencer, si no que el
amor es el que nos lleva a encontrar la paz, en este caso entre naciones, pero
también es nuestra paz interior la que alcanzamos con el amor (no de pareja,
sino el amor propio).
La
imagen es preciosa, no decepciona. He leído por ahí que mucha gente se quedó
con un sabor amargo, que no entendieron algunas cosas…creo que es lo lindo de
esta película, muchas cosas que te dejan pensando y no hacen falta
explicaciones. Hay un sinsentido bien realizado (no en todo). Pero es una
cuestión del ser humano en su gran porcentaje querer todas las respuestas. A
veces no están, no existen y está bien. Solo es aceptar, disfrutar y relajar la
mente (muy difícil, pero posible)
Debo
ir contra la corriente, las dos anteriores tenían muchos amantes y esta tiene
menos, pero a mí me gustó más. Siempre salmón, mi ciela.
Mi
recomendación: Hermosa película para toda la
familia, hermosa en todo sentido.
Mi
puntuación: 8/10
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