martes, 15 de noviembre de 2022

Red

Sinceramente no sabía con qué me iba a encontrar cuando me dispuse a ver esta película, sólo conocía la premisa de la niña que se transforma en un panda rojo, por imágenes y por un jueguito que vengo jugando hace como dos años llamado Disney Héroes. Me llevé una linda sorpresa.

No es sorpresa que Pixar nos haga llegar mensajes profundos en sus películas, secuencias y momentos que nos dejan pensando y hasta asintiendo frente a la pantalla mientras se nos caen algunas lágrimas. Fue el caso de esta hermosísima película. Durante el transcurso de la película vemos destellos de cual puede llegar a ser el mensaje, pero la claridad de este llega en el último cuarto del film.

Tiene una duración de cien minutos que entre canciones pegadizas y el humor de la película hace que no se sientan. Sumado a la gran animación que ya no es sorpresa en este tipo de films. La vi en inglés para poder apreciar las voces originales y que linda experiencia fue hacerlo. Es cierto que los doblajes que usa Disney son de los mejores, sobre todo en español latinoamericano, pero me gusta mucho escuchar las voces originales.

Honrar los ancestros sería el mensaje que empieza a contarnos desde el momento uno, lo cual comparto al cien. Es necesario honrar y respetar a cada uno de nuestros antepasados, darle su lugar en nuestra vida, agradecerles y verlos. Pero a veces nos pasamos de rosca. Este film nos lo demuestra. Cómo una madre sobre protectora hace que su hija repita su historia, no dándole el lugar, no viéndola, queriendo que sea más y más, sin darle importancia a la vida que ella elije vivir.

La clave está ahí. En entender que honrar a los ancestros y vivir la vida que queremos, deseamos, no es algo imposible y no hace falta que vayan de la mano. Es decir, podemos hacer nuestro camino, nuestra vida y mantener el agradecimiento y el respeto a los que nos trajeron hasta donde estamos hoy.

No soy padre, pero soy hijo, y se lo que es vivir con esa carga de tener que hacer cosas porque mi madre me lo dice, porque no aprueba el camino que yo estoy eligiendo en mi vida. A veces nos olvidamos, en realidad no nos enseñaron, que la única aprobación que necesitamos es la de nuestro niño interior. Entender y aceptar que ese niño creció buscando amor, aprobación y que no siempre la encontró donde la buscaba es necesario. Así como también es necesario aprender y entender que hoy somos nosotros, los adultos, que podemos cambiar ese dolor de nuestro niño, abrazarlo y hacerlo sentir seguro.

Es un camino muy difícil el del amor propio y el de darle lugar a ese niño. Y ojo que no hablo del amor propio como está romantizado hoy en día (subir fotos de uno, poner frases positivas, etc.), el amor propio también es darle lugar a ese dolor. Reconocer todo lo que somos, lo malo y lo bueno. La luz y lo oscuro. La bestia, y en esto último la película es muy clara con el mensaje. Aceptarnos como somos, querernos como somos es amor. Somos amor, somos luz.

Mi recomendación: Hermosísima película para toda la familia, pero si estás transitando un cambio como adulto, es una de esas películas que tenes que ver.

Mi puntuación: 8/10

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