Es re loco cómo uno se predispone a ver algo cuándo ya conoce al director, ya sabe cómo labura y tiene una idea de lo que hace. Si no hubiese visto que el director de esta serie era Nicanor Loreti, el puntaje de la misma sería mucho más bajo. Es que es una serie bizarra, una comedia negra que suceden varias cosas que te quedas pensando “que carajos”, y elegís no verla más o seguir, yo elegí seguir porque sabía de quién era.
Es una historia extra, con situaciones extrañas, con gente extraña y que no para de sorprenderte (a veces para bien, otras para mal). Por momentos me parecían dos mundos totalmente distintos que el director eligió mezclar y ver qué pasa. Por un lado, Alberto y su trabajo en el cementerio, además de ser imitador Cosenza. Por otro lado, el asesino de ventrílocuos, Nicanor los puso en una licuadora y salió este engendro que por momentos se cruzan las historias y por otros pareciera que podrían ser dos series distintas.
De nuevo, al saber que era de Loreti la serie no
me sorprendía las formas bizarras en que el asesino mataba a los ventrílocuos,
si bien luego tiene una explicación, era cómo que las cosas sucedían forzadas,
pero a la vez no parecían forzadas. Además, tenemos un sinfín de personajes
bizarros también, que algunos son parte de la historia en general y otros no
tanto. Creo que el que más une a las historias es el ventríluoco pelado que
termina viviendo (de una forma rara) en la casa de Alberto. Súmale que cuando
Cosenza se muere parece poseer a Alberto. Licuadora Loreti podría llamar a esta
serie.
La clave de esta serie, y de la mayoría de lo
que he visto de Nicanor, es dejarse llevar por lo que pasa, no poner juicio de
valor, ni pensar que “en la vida real” estas cosas no pasan. Es ficción,
bizarra y divertida, si nos dejamos llevar por lo que el director nos propone,
la vamos a pasar bien, sino vamos a criticar y atacar a una serie que solo
busca entretener.
No sólo hay situaciones extrañas, también hay
tomas muy raras, la forma en que está filmada suma a todo lo bizarro que
podemos ver en pantalla. Al igual que la banda sonora, está bastante bien
seleccionada, hasta había una canción que me hacía acordar al GTA San Andreas. Me
gustó el detalle de meter un poco la película “Diablo” del mismo director en una
escena, una especie de mundo paralelo, ya que dos de los protagonistas de ese
film aparecen en la serie.
Actoralmente está al nivel de la serie, los
únicos dos que me parece que se destacan un poco más son Sergio Boris, nuestro
protagonista y el detective judío Luis Ziembrowski. Tiene un buen elenco
secundario que acompañan bastante bien a lo largo de sus 13 capítulos.
Mi
recomendación: Pasable serie nacional, mirala solo si te
gusta lo bizarro, la comedia negra o si conoces lo que hace Nicanor Loreti.
Mi
puntuación: 5/10
Donde
Verla: Cont.ar
Tiempo
invertido: 1 temporada, 13 episodios. 22-26 minutos.
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