miércoles, 21 de junio de 2023

Wellmania

Esta es otra de esas series que se me apareció en la pantalla principal de Netflix y decidí ver. Claramente el algoritmo sabe y yo caigo, piso el pelito siempre. Cuando vi que era australiana y que, además, está filmada en la hermosísima Sydney tuve que verla. La premisa no me atrapaba tanto, tampoco dice mucho, pero es mucha más que una “mujer que tiene una crisis de ansiedad”, no es lo mejor que vas a ver, tiene sus buenos momentos.

Es una comedia con toques de drama. Uno de los problemas de la serie es que por momentos se esfuerza demasiado por ser divertida y se queda a medio camino. Pareciera que el humor está centrado pura y exclusivamente por parte de nuestra protagonista, teniendo otros personajes que también pueden llevar la comedia.

Los momentos dramáticos son interesantes. Algunos basados en situaciones del pasado, la muerte del padre de Liv, entre otros. Las peleas con su mamá, cómo quizás las madres pueden meterse demasiado en la vida de sus hijos adultos. Es entendible que estén preocupados por sus hijos y la vida que llevan, pero lo que hizo la mamá de Liv me pareció mucho (en spoiler hablo un poco más de esto). Peleas con su hermano, con su mejor amiga…pareciera que nuestra protagonista es una caca de persona, de hecho, ella lo dice bastante.

Pareciera tildar varios casilleros de lo que hoy en día es políticamente correcto, aunque tengo mis sentimientos encontrados con esto. Quiero decir que porque una serie o película toque temas del colectivo LGBT+ no quiere decir que necesariamente lo haga para “quedar bien” o ser “progre”, me parece que se está convirtiendo en una norma de lo que debería ser. En Australia el matrimonio de personas del mismo sexo se hizo legal hace tan sólo 5 años y medio, ponerlo en una serie es el camino hacia la normalización. Otro tema que está dentro de lo “progre” es la variedad de etnias, hay de todo, y siempre debería haber sido así. Al igual que tener una protagonista que no es hegemónica, la realidad es que existen todo tipo de mujeres, ninguna es una mujer “real”, todas lo son. Tener una protagonista de este tipo les molestará a algunas personas, acostumbradas a vivir en el mundo hegemónico, pues no mi ciela, date cuenta que no.

Otro problema de la serie es que tiene algunos mensajes confusos, en realidad cliché. Es decir, que alguien te diga “deberías entender más a ella porque es tu hermana”, te posiciona en el lugar de que a la familia hay que perdonarle todo por el simple hecho de ser familia, y no es así. Compartir sangre es solamente eso. La familia uno la va eligiendo. Es interesante como los doctores le insisten que tiene que mejorar su salud, tiene que cambiar su forma de vida para que su cuerpo no sigua pasándola mal, y luego (re) aparecen los problemas de salud mental, no tocan muy de lleno esta parte, pero quedó abierta a una segunda temporada dónde quizás le den más bola a la salud mental.

He leído por ahí que la comparan con “Fleabag”, serie que a mí no me gustó tanto como a la mayoría. Para mí no están cerca. Pueden ser primas lejanas, pero va hacia otro lado, tiene otro propósito esta serie australiana. A mí, por ejemplo, por razones personales, me causó mucha melancolía ver las calles de Sydney.

Las actuaciones están bien, no hay nadie para destacar, ni siquiera la protagonista, simplemente hace bien su papel al igual que el elenco secundario. Si me gustó la aparición de la querida Yael Stone, una de esas buenas actrices australianas que dan ganas de ver más.

Mi recomendación:  Una pasable serie para conocer un poco las calles de Sydney, y cómo es importante darle bola al cuerpo, entender que no siempre el trabajo es todo.

Mi puntuación: 6/10

Donde Verla: Netflix

Tiempo invertido: 1 temporada (por ahora), 8 episodios. 26-35 minutos

Zona de spoiler:

Me pareció muy oscuro que la madre le haya escondido la tarjeta verde porque la veía mal, eso no se hace, nada te da derecho a hacer eso. Liv es una adulta que sabe lo que hace o no hace con su vida, hay una raya que las madres no suelen ver hasta que ya la cruzaron. Es cierto que le hizo bien quedarse en Australia, pero no era la manera.

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