La verdad que ver este tipo de películas, los “clásicos” me dan un poco de cosita. Es decir, tengo toda esta idea de que los clásicos lo son porque algunas personas lo dijeron, que si uno va en contra de toda esa gente termina siendo un hereje. Me pasa por lo general con el animé y otros “clásicos”, pero por suerte esta película de 1988 italiana me gustó, la disfruté mucho esta oda al cine, al amor, a la amistad y a cumplir los sueños.
Ésta es otra película que nos lleva a través del tiempo sin tener que recurrir al típico recurso de poner el cartelito de “tantos años después…”, nos deja darnos cuenta solitos a los espectadores que los años pasaron. Utilizando cambios estéticos, y por supuesto físico de los personajes. Tampoco nos termina de decir en qué año exactamente pasan los eventos. Por ejemplo, cuando Salvatore es pequeño sabemos que es unos años después de que termina “la guerra”, no dicen que guerra, pero al mencionar Rusia, podemos asumir que es la segunda guerra mundial.
Ambientada
en la hermosísima Italia, más precisamente en el pueblito siciliano de
Giancaldo, cabe aclarar que el pueblo no existe realmente, pero si fue filmada
en la región de Sicilia, dándole ese toque hermoso de los pequeños pueblitos de
esa zona, frente al mar. La fotografía es una de las cosas más lindas de la
película, esas vistas al mar, esa plazita en el medio del pueblo dónde todos se
reúnen, bellísima.
La
historia también es hermosa. Seguimos a Salvatore que vive en es te pueblito
dónde lo más interesante que hay para hacer en esa época es ir al cine. Se hace
amigo de Alfredo (a la fuerza) y se adentra de lleno en este mundo cinéfilo.
Vemos como crece, se hace adolescente, se enamora, y termina recibiendo
consejos de Alfredo, los cuales escucha y los sigue a raja tabla.
La
amistad es uno de los principales temas que toca este film. Cómo el amor por
otro ser humano que no es familia te puede llevar a hacer cosas impensables,
como entrar a un lugar que se está quemando, para salvar a esa otra persona. También
te hace alejar a una persona, pensando en lo mejor para ese ser humano a quién
queres tanto. A veces llegamos a meternos dónde no debemos por creer que es “lo
mejor” para esa persona, no le damos oportunidad de decidir por ellos mismos.
No
es todo drama en esta película italiana, en varios momentos me he encontrado
riendo por situaciones desopilantes. La mayoría de las risas fueron cuando
Salvatore era pequeño. La escena del cura y las censuras, la escena de la
escuela, mucha risa para llevar mejor esta película profunda y hermosa.
Las
actuaciones están bastante bien. Me gustó mucho Salvatore
Cascio el actor que interpretó de pequeño a Salvatore, también su versión
adolescente Marco Leonardi lo hace bastante bien. Hay algunos actores
secundarios que acompañan bien, y otros que sobre actúan de una manera que te
da risa, por ejemplo, en la escena que se quema el cine…tanto iba a gritar ese
hombre.
Es
muy bella la película en su totalidad. Sé que hay varias versiones. La primera
no tuvo mucho éxito en su Italia y por eso el director Giuseppe Tornatore,
decidió acortarla y hacer una versión internacional. Años después salió una
versión más larga dónde hay una escena que aparece Elena de adulta (la novia de
Salvatore cuando era adolescente), sobre esta escena sólo leí. Yo vi la versión
internacional.
Mi
recomendación: Hermosa película italiana,
para viajar en el tiempo y empaparse de esos paisajes tanos, tan lindos.
Mi
puntuación: 7/10
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