Como ya dije varias críticas, soy un fiel creyente de las sincronicidades. Este film se trata de un escritor frustrado que da clases en la UBA, está en plena ruptura con su pareja y en esa crisis que nos agarra cuándo ya no sabes qué hacer con tu vida, y hasta te preguntas que estás haciendo o que hiciste. Podemos optar por las tendencias autodestructivas o salir adelante. La sincronicidad en este caso es que el film lo vi el 13 de junio, día del escritor.
El camino que el director y guionista, Nacho Sesma, elige es un poco de ambos. Seguimos a Leo en este momento de su vida que es muy turbulento. Vemos cómo está negado a la ruptura con su pareja, qué no sabemos qué sucedió al principio, pero cerca del final con una enorme sutiliza Sesma nos dice sin decirnos lo que pasó, y se te pianta un lagrimón. Además de estar negado a eso, su vida laboral parece no mejorar, necesita más horas para poder mudarse sólo. Está sin techo, en su trabajo parece haber alcanzado el techo y amorosamente está en el subsuelo. No le queda otra que caer en esa tendencia autodestructiva y entrarle a las fiestas y a las drogas.
Hay
una alumna que coquetea con él. A veces parece no darse cuenta, y otras veces
elige no darse cuenta. Pero ella está decidida y por medio de sus trabajos
escritos que le entrega a su profe comienza un tiroteo más directo. A lo largo
de los 78 minutos que dura el film, sucede algo, hay un click en la cabeza de
Leo y vemos cómo las cosas comienzan a mejorar. Así como creo en las
sincronicidades, también creo en el poder de la mente. Atraemos lo que
queremos, somos lo que pensamos, y creo que el cambio no es tan claro para el
espectador, en el sentido de que pasa algo posta, sino que es un cambio de
mentalidad de nuestro protagonista.
Las actuaciones
están bastante bien todas. No había visto actuar antes a Facundo Cardosi, me
parece que hace un buen papel, transmite muy bien todo lo que le pasa a Leo.
Ailin Salas también hace un buen papel, no recuerdo haberla visto antes, pero
tengo la sensación que sí. María Canale aparece poco, pero hace bien lo poco
que aparece, de a poco va trepando en mi lista de actrices argentinas a seguir.
Ésta
es de esas películas que parece que no pasa nada, pero pasa mucho. Mucha
sutileza por parte del director. La forma de estar filmada con cámara en mano
ayuda a que nos podamos acercar más al protagonista, sentir lo que siente,
vivir lo que vive. Es un film amable y llevadero. Con algunas escenas fuertes,
y con mucha sutileza por momentos.
Mi
recomendación: Interesante película
nacional, con una buena historia que es clara y concisa.
Mi
puntuación: 6/10
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