Una serie basada en un libro, que a su vez está basado en un hecho real que sucedió en Utah, Estados Unidos allá por 1984. Esta es una de esas series que cuesta creer que pueda haber sido algo real. El fanatismo por la iglesia, los mormones, la religión, asesinatos, incesto, poliamor…mucho drama y varios minutos de más en esta serie que empieza muy bien, pero por momentos cae en una meseta.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la principal o el mormonismo es el centro de esta serie. Además del asesinato de Brenda y Erica, su pequeña hija de tan solo 15 meses. La serie nos cuenta la búsqueda de culpables y a su vez nos va contando un poco de la historia del movimiento o religión, como quieran llamarlo que comenzó con Joseph Smith en 1830 quién pretendió establecer la Nueva Jerusalén en América del Norte, llamada Sion.
La
serie nos va contando con cambios temporales lo que sucedió hace casi 200 años
y los eventos que fueron llevando a la muerte de Brenda. En el presente están
los detectives Pyre y Taba. Cómo dije antes el fanatismo por Dios, por la
iglesia hace a mucha gente cometer actos atroces. En este caso nos van
mostrando cómo la poligamia era algo que el mormonismo fundamentalista quiso
imponer y el gobierno no quiso saber nada. No sólo la poligamia, si no sugerir
casarse con sus hijas. Muy turbio y oscuro todo.
Tuve
que verla con subtítulos porque usan mucho lenguaje mormón o siglas que la
verdad no entendía, hasta tuve que investigar un poco para entender mejor. La
serie peca (guiño, guiño) de meterse demasiado en la historia mormona, al punto
de confundir. Es de esas series que, si te perdés algo quizás no entiendas,
pero no hace ningún esfuerzo para mantener la atención del espectador al 100.
Mucho texto diríamos en teatro. Podría haber sido un poco más corta en la duración
de los capítulos, quizás hacerla de 10 capítulos le daba un poco más de
entretenimiento. Que el último capítulo dure una hora y media me pareció
muchísimo.
Las
actuaciones están bastante bien en general. Se destaca, cómo casi siempre,
Andrew Garfield en el papel de Jeb Pyre, le crees todo lo que le pasa, logra
transmitir bien a este mormón que por momentos duda de sus creencias, el
policía le gana al mormón. Gil Birmingham también hace un gran papel en su rol
de Bill Taba, el único que no parece ser parte del mormonismo, y es quién le
pone realidad a lo que le pasa a Pyre. Billy Howle y Daisy Edgar-Jones como
Allen y Brenda hacen también un gran papel. Allen con su voz y su forma de
explicar las cosas atrapa, y Brenda con su belleza y su forma de actuar
también. El resto de los hermanos están bien, destaco a Sam Worthington podemos
ver sus idas y vueltas con la religión, con su familia. También a Wyatt Russell
hace un buen papel cómo Dan, el que se cree un profeta y se deja consumir por
su fanatismo y por su iglesia.
Desconozco
mucho sobre el mormonismo, pero creo que la serie nos cuenta lo mejor posible
sobre esta religión. El mensaje está claro, nada es bueno en exceso, el
fanatismo es algo que hay que desterrar de este mundo, así suceden muchas
muertes, comienzan las guerras, el no poder entender y/o aceptar que el resto
de la gente pueden pensar diferente a nosotros, empatía. La excusa de que Dios
te dijo que mates a alguien es tan ridícula como decir que el diablo lo hizo.
Mi recomendación: Buena
serie con mucha historia del mormonismo, para prestarle atención y dejarse
asquear por el fanatismo.
Mi puntuación: 7/10
Donde Verla: Star+
Tiempo invertido: 1 temporada,
7 episodios. 63-88 minutos
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