Son 7 temporadas que pasan por un montón de lugares. Toca temas muy relevantes que creo que toda madre, sea primeriza o ya tenga varios, pasa por ellos. La depresión, los vínculos, el cuidar a los hijos, la preocupación, un sinfín de cosas que realmente sólo viven las madres.
Voy
a separar un ratito el título de la serie. Las madres suelen ser las que más
hacen en la crianza de los niños, al menos así viene siendo hace años y
probablemente esté cambiando. Pero son pocas las veces en que los padres hacen
más que las madres. No es una competencia, es una realidad. Tengo varias amigas
que son madres y lo veo. Son las que por lo general llevan al médico a los
niños, las que van a las reuniones, las que buscan actividades para hacer, las
que organizan la vida en la casa o afuera de ella. Es una carga muy pesada que
llevan las mujeres que son madres. La depresión post parto es real, la baja
libido es real. Parir a otro ser humano afecta muchísimo a las mujeres tanto
físicamente como psíquicamente, y eso es algo que los varones nunca vamos a
vivir, podemos intentar entenderlo, pero es algo bastante complicado. La mente
es un lugar bastante oscuro por momentos, y creo la mente de una mujer que tuvo
9 meses a otro ser humano adentro suyo, y luego lo parió, puede ser mucho más
turbulenta.
Ahora
le sumemos la otra parte del título de la serie. Las madres trabajadoras si no
tiene un trabajo en el que ellas son dueñas o algo por el estilo se les
complica muchísimo hacer todas esas tareas. Algunas se me escaparon como el
llevar los niños a la escuela y cosas así. Es cierto que en la serie las madres
que seguimos son de clase media alta, que tienen plata (pueden contratar
niñeras y cosas por el estilo) y maridos que quizás trabajan poco o ni
trabajan. Pero yo creo que lo que la serie va más allá de la situación socio
económica. Trata de mostrar una realidad, no es casualidad que la creadora de
la serie sea una de las actrices principales. Todo lo que sucede en la serie es
relevante, y también debe estar cerca de la realidad ya que una madre
trabajadora decidió escribir y actuar en una serie que toca las peripecias y
todas las situaciones que tienen que vivir las madres, más aún las madres
trabajadoras.
Como
encontrar el balance entre estas dos personas que parecen haber dentro de una
madre trabajadora es lo que esta serie nos muestra. Ser una buena madre y una
buena profesional. Históricamente hay mucha más presión en las mujeres para ser
buena madre que en los hombres para ser buen padre. Se cree que el hombre sólo
debe aportar económicamente, se creía (en realidad es mi esperanza, quizás esto
lo está leyendo alguien en un futuro y no entiende lo que estoy diciendo). La
serie se encamina para el lado de que se puede, de que esa situación se
convierta en la norma. Que haya más hombres que se queden en casa cuidando de
los niños y más mujeres siendo las que “traen el pan a la casa”. Y no sólo en
lo económico, las mujeres también pueden llegar a perderse en la maternidad,
quizás hasta se pueden llegar a preguntar quiénes son ellas luego de traer a
alguien a este mundo, y quiénes son después.
A mí
esta serie me terminó de convencer que no quiero tener hijos (tampoco faltaba
mucho convencimiento) mucha responsabilidad es ser padre/madre. A veces los
sueños de uno tienen que dejarse de lado para estar ahí, estar presente y
atento de la vida de otro ser humano. Me parece un montón, apenas puedo con mi
vida. Criar a otro ser humano es algo que no me imagino haciendo. Calculo que,
a todas las madres, y quizás a los padres también, se le cruzó por la cabeza la
pregunta: ¿Y si mi hijo me cae mal? Y no me vengan con que el amor a un hijo es
único y bla bla bla, si tu hijo te cae mal debe ser una paja. Lo que más
rescato en ese sentido de la serie es que los padres están para apoyarnos, no
para juzgarnos o cuestionarnos todas las decisiones. Es cierto que cuando sos
menor, tus padres tienen cierta autoridad sobre uno, pero tampoco debería ser
muy arbitrario.
Ahora
dejemos de lado un rato el tema maternidad. La serie representa muy bien los
vínculos también. Sobre todo, entre adultos. Los vínculos sexo afectivo, los de
amistad, hay un gran logro por parte de los guionistas de no dejar de lado la
importancia de estos. Me parece muy lindo el vínculo de amigas que hay entre
Kate y Ann, dos de nuestras protagonistas (en realidad LAS protagonistas) son
amigas hace muchos años, pero no por eso todo es color de rosa. Se dicen las
cosas como son, se meten, se enojan, se aman, se arreglan, se apoyan. Sobre
todo, se apoyan. Dejan en claro que lo más importante de una amistad es el
apoyo, además de la comunicación, obvio. La adultez no es solo ser madre y
trabajar, también están la gente a nuestro alrededor, gente con la que
necesitamos conectar para no desquiciarnos. De nuevo, la serie lo hace muy
bien.
Es
una comedia divertida, hubo varios momentos que me descostillé de la risa y
otros que no tanto. También hubo momentos en los que lloré por situaciones de
la vida estas madres trabajadoras. Es un drama cómico, logra mezclar bien estos
dos géneros.
Las
actuaciones están bastante bien todas, no hay ninguna que se destaque, hay un
nivel parejo a lo largo de toda la serie. Tampoco hay alguien que esté muy mal,
todos acompañan de una buena manera.
Mi recomendación: Una
interesante comedia para que se sientan identificadas las madres trabajadoras y
para que los padres entiendan lo complicado que es, por momentos, ser madre
trabajadora.
Mi puntuación: 7/10
Donde Verla: Netflix
Tiempo invertido: 7
temporadas, 83 episodios. 25-30 minutos
Zona de spoiler:
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