Es que la película nos cuenta la infancia de su director y guionista Richard Linklater durante el primer cuarto de film, y sinceramente no es algo que me parezca interesante. Es como si yo tuviese la plata de este señor y les cuente a ustedes mi infancia, para luego hablar de NASA y el Apollo 11 o algún evento relevante de mi país. Es una película que busca la nostalgia, en eso estoy de acuerdo, pero de los yankees.
La
parte más interesante de la historia es este juego entre el niño que se imaginó
(o no) que viajó a la luna antes que los astronautas que si llegaron el 69. Ese
juego entre imaginación y realidad, bien dibujado y realizado con esa animación
llevadera es lo que hace que no sea una película tan mala, una película que es
pasable.
Cuenta
con muchísimas referencias populares de aquella época entre programas de
televisión y juegos de mesa, pasando por algunas comidas y cosas así. Ahí es
donde más apunta pegar con la nostalgia, pero parecen recursos baratos y
búsqueda del golpe bajo.
La
animación es lo más interesante, está muy bien realizada y es un clásico ya de
este director, aún no pude ver “Waking Life” porque no está en ningún servicio
de streaming, pero usa la misma técnica. Luego de haber visto esta película
quizás no estoy con tantas ganas de ver la que mencioné más arriba.
De
nuevo, no es una mala película, me parece que no es interesante lo que cuenta
en varios momentos del film, le sobran varios minutos, y eso que tan solo dura
90. Si hubiese elegido no contar tanto de su vida, de su infancia, de lo que
hacía o no hacía con sus padres y sus hermanos, la verdad que hubiese sido más
entretenida.
Mi
recomendación: Pasable film animado, dónde
lo mejor está en la animación.
Mi
puntuación: 5/10
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