Hace muchos años que estoy en constante lucha con la definición de “clásicos”, hay un texto de Ítalo Calvino que se llama “¿Por qué leer los clásicos?”, y si bien el autor hace referencia a libros creo que en este pequeño fragmento podemos adaptarlo a toda obra artística: “Creo que no necesito justificarme si empleo el término «clásico» sin hacer distingos de antigüedad, de estilo, de autoridad. Lo que para mí distingue al clásico es tal vez sólo un efecto de resonancia que vale tanto para una obra antigua como para una moderna pero ya ubicada en una continuidad cultural.”
Con esta introducción quiero decir que para mí esta serie
es un clásico que todos deberían ver. Nos encontramos con una familia
“moderna”, lo pongo en comillas porque cuándo salió esta serie allá por 2009
quizás una familia como la que nos presentan podría sonar moderna, hoy en día
se está convirtiendo en la norma, muy de a poco.
Es cierto que la modernidad de la que habla es para estados
unidos, ya que muchos personajes como el de Gloria y el de Lily, en otros
países no serían una “novedad”. Los Pritchett son una familia (dis)funcional
como muchas. El patriarca casado con la colombiana que tiene un hijo. Su hija casada
con Phil (a mi parecer el personaje más divertido de la serie), con quién tiene
3 hijos. Su hijo en pareja con Cameron, quiénes adoptan a una niña asiática.
Está filmada en un falso documental, donde los personajes
son entrevistados cada tanto y son conscientes de las cámaras en todo momento,
recurriendo al hermoso recurso de mirar a la cámara para hacernos cómplices de
todas sus peripecias (recurso que yo lo llamaría Jim, por el personaje de John
Krasinski en The office).
La serie es una comedia que te va a hacer reír muchísimo,
pero también tiene sus momentos de drama que te van a hacer piantar un
lagrimón. Existen muchas críticas a la sociedad en la que vivimos, son esas
críticas enmascaradas en humor que hacen que sean más sutiles, pero no menos
efectivas.
El reparto y las actuaciones son excelentes, ninguno se
queda atrás. Desde su patriarca interpretado por Ed O’Neill (dato de color: es
el pepe argento de la versión original de “Casados con hijos”). Sofía Vergara
suele robarse las escenas cuando está ella, es muy divertida. Las interacciones
entre Ty Burrel y su esposa ficcional, Julie Bowen son geniales. Y no quiero
olvidarme de sus tres hijos interpretados por Sarah Hyland, Ariel Winter y
Nolan Gould, son excelentes también, y es muy loco ver su crecimiento en la
vida real, los conocemos pequeños y somos parte de su desarrollo. La otra
pareja Jesse Tyler Ferguson y Eric Stronestreet tienen una química perfecta.
Además de un gran elenco principal tiene una cantidad de
actores secundarios que suman muchísimo al total de la serie y dan ganas de
seguirla viendo constantemente, para ver en que aventura/locura se mete esta
familia tan disfuncional, tan normal, tan moderna.
Mi recomendación: Una comedia que no te podés perder y que vas
a disfrutar cada instante.
Mi puntuación: 9/10
Donde Verla: Star +
Tiempo invertido: 11
temporadas, 250 episodios. 20-24 minutos.
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