Breve viaje a Malta, una isla europea cerca de Italia. El nombre de la película también es como se llama una embarcación de pesca tradicional del archipiélago maltés.
Una película lenta que a pesar de durar hora y media
pareció más larga. La historia de Jesmark quién es el dueño de este luzzu que
ha estado en varias generaciones de su familia, él quiere y necesita mantener
esta tradición familiar. Tiene un hijo de quién hacerse cargo, la pesca está en
declive y necesita buscar otra forma de mantener a su familia.
Esta idea de que él tiene que ser el que provee para su
familia por ser el hombre sigue estando presente en este país del viejo
continente. Una idea ya bastante retrógrada pero que el orgullo de varios
hombres y sus frágiles masculinidades hace que esta idea siga firme y estoica
como rulo de estatua.
Jesmark se encuentra en una encrucijada y decide indagar un
poco en el mundo de la ilegalidad, la pesca en la unión europea está vedada en
ciertas época o a ciertos peces, lo cual me parece fantástico. Pero esto hace
que muchos pescadores se vean en la obligación de vender su embarcación para
buscar otra forma de vida (el gobierno parece que les da una especie de
subsidio por dejar de pescar y así puedan buscar otra forma de vida distinta,
¡¿También hay subsidios y planes por parte del gobierno en Europa?! Favor de
leer irónicamente. Gracias.) o algunos deciden irse por el lado de la
ilegalidad, pues hecha la ley, hecha la trampa. Nuestro protagonista parece
gustarle esta idea.
El film nos quiere transmitir un mensaje del padre de
familia que se la rebusca para proveer, y no acepta la ayuda de la madre del
niño o de la familia de esta. De nuevo, el orgullo del hombre que cree que todo
lo puede. ¿Hasta cuándo?
En cuanto las actuaciones están acordes. El personaje de
Jesmark es representado por alguien que no es actor, lo hace bien, pero parece
estar todo el tiempo enojado, tiene el ceño fruncido en casi toda la película,
sonríe una vez para una foto. Nada más. El resto del elenco no desentona.
Lo más hermoso del film es la fotografía, esos paisajes de
Malta son preciosos y da ganas de verlos en vivo. Ya fue, me voy a Malta.
Mi recomendación: Es de esas películas que si las ves bien, y si
no la ves también. Un gran MEH.
Mi puntuación: 5/10
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