Si hay algo que los fans de GoT esperábamos luego de ese final de serie que nos dejó con gusto a poco, era el Spin Off de los sucesos relatados en “Fuego y Sangre”, obra de George R. R. Martin que nos cuenta los sucesos del mundo de Westeros 200 años antes de “Juegos de Tronos”.
Durante el antiguo reinado de Jaehaerys Targaryen, tras varios eventos desafortunados, la sucesión quedó indecisa y fue necesario convocar un consejo en el año 101 después de la Conquista para definir quién, entre los posibles candidatos, debía suceder al rey muerto. Entre los aspirantes estaban la princesa Rhaenys (nieta del viejo Rey) y el rey Viserys, su primo. Como era de esperarse, el siguiente en la línea sucesoria no podía ser otro que el varón más cercano, aun cuando hubieran existido voces a favor de la princesa Rhaenys. Éste asunto resurgirá en esta primera temporada y será el centro de los hechos que se van a desarrollar.
Obviamente
esta obra tiene como epicentro a la familia Targaryen; pero más que eso en la
famosa “Danza de Dragones” que marcó al principio del fin. La temporada
comienza con el Rey Viserys I y su esposa la Reina Aemma esperando el
nacimiento del heredero al trono, el cual ya es bastante deseado tanto por la
Princesa Rhaenyra (única descendiente viva de ambos) como por el hermano menor
del rey, el príncipe Daemon.
En
comparación con las crónicas relatadas en “Fuego y Sangre”, me atrevo a decir que,
aunque no son idénticas, dado que hay algunos eventos y resoluciones
inesperadas, los resultados no fueron decepcionantes.
Las
actuaciones de todos han estado muy bien, pero quien se lleva el primer premio
es Paddy Considine (el rey Viserys I) quien no sólo nos ha mostrado una
impecable interpretación, sino que en palabras del propio Martin ha sido mucho
mejor que el personaje del libro. Matt Smith (Daemon Targaryen) también ha
conquistado a la audiencia con su “cara de póker”, y ni hablar de las actrices
que representan a las jóvenes y luego a las ya adultas Rhaenyra y Alicent
Hightower (esposa del Rey tras la muerte en parto de la reina) Aemma: Milly
Alcock y Emma D’arcy (Rhaenyra), Emily Carey y Olivia Cooke (Alicent). Todos
los demás están muy bien.
La música
nuevamente ha sido obra del gran gran gran Ramin Djawadi, y acompaña bien cada
momento “Targaryen” como lo hizo en la saga de GoT. Los efectos no se quedan
atrás: la enfermedad del rey es una obra maestra, y los dragones excelsos.
La serie ha
sido dirigida Clare Kilner, Geeta Patel, Miguel Sapochnik y Greg Yaitanes, y en el guion se ha sumado también el querido
George Martin, lo que nos da la pauta de que lo que veremos no se correrá
demasiado de la historia real. No obstante, sí es posible afirmar que hay
muchas situaciones que lejos de ser intencionales en la serie (cosa que sí
sucede en el libro) parecen darse como eventos desafortunados y hasta “mala
suerte”. No podría anticipar más sin spoilear, por lo que solo puedo decirte:
¡tenés que verla!
Mi recomendación: ¿Hace falta? ¡Andá a verla ya!
Mi
puntuación: 9/10
Donde
Verla: HBO Max
Tiempo
invertido: 1 temporada (con una segunda ya confirmada), 10
episodios. 54-68 minutos.
Zona
de spoiler:
Ahora sí, vamos a hablar en serio.
Rhaenyra demuestra desde muy joven su deseo y
capacidad para ocupar el trono de hierro, pero claro, convertirse en madre de
Jace, Luke y Joff pudo ablandar un poco y alejarla de esa lucha que supo
mantener hasta su designación como heredera legítima del Rey.
La llegada de los hijos de Alicent, puso en
jaque este nombramiento no una sino tres veces y ni hablar de las dudas con
respecto a la legitimidad de los hijos de Rhaenyra. Su amistad más que
matrimonio con su primo, Laenor Velaryon dejó mucho que desear no solo porque
los hijos de “ambos” carecen de los rasgos típicos de los descendientes de la
vieja Valyria, sino porque ya se corrían rumores de las preferencias del
príncipe Laenor por los jóvenes escuderos antes que por su consorte; sabido es
que ahí no metió la cola el diablo sino el “Quebrantahuesos”, Harwin Strong de
quien Rhaenyra parecía muy enamorada, sutilmente claro.
Las disputas entre los hijos de Rhaenyra y
Alicent, así como la que luego llevarán adelante los Dragones, demuestran el
resentimiento que tanto los verdes como los negros tendrán durante toda esta
historia que en esta primera temporada recién está empezando. Esperemos que las
próximas entregas nos sigan sorprendiendo para bien como ha sido hasta acá; no
nos queda más que la dulce espera que nuevamente pasa a formar parte de la vida
de los fans del mundo de Westeros.
Escrita por Lu Davies.
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