Hace un tiempo que no veía una comedia, tenía ganas de ver algo que solo me haga reír, sin pensar mucho. Mientras buscaba me encontré con esta película danesa. Christina viaja a Buenos Aires a recuperar a su mujer, acompañado de su hijo. La idea de un danés en Argentina ya me parecía un poco divertida. Pero cuando leí que la mujer lo había dejado por un GRAN jugador de fútbol, goleador de boca y de la selección, me intrigó un poquito más. El broche de oro para convencerme de ver la película fue que ese delantero iba a estar representado por el magnífico actor argentino Sebastián Estévanez (¿Hace falta que aclare que lo de magnífico es ironía?)
Como dije al principio, solo quería reírme, y por lo
general verlo actuar a Estévanez es risa asegurada, la verdad que en ese
sentido la película no defraudo. La premisa del film ya me parecía bizarra y
divertida, lo demostró a grandes creces la parte de bizarra. Es una película
que no se toma en serio para nada. El director sabe que está haciendo algo
bizarro, algo que te da risa y hasta vergüenza ajena, y en ese sentida está muy
bien lograda.
Prácticamente la primera escena cuando llegan a Argentina es
bizarra. Justo llegan el día que hay un super clásico. El taxista que los lleva
es fanático de Boca, en un semáforo para al lado uno con hinchas de River, y
empiezan con los típicos insultos, ese ‘folklore’ del fútbol. El director danés
debe de haber tenido algún argentino dándole una mano o vivió estas cosas de
primera mano, porque está muy bien logrado.
Como estás muchas escenas que representan a Argentina (para
bien o para mal), en el bar, el típico catador de vino que se las sabe todas, y
justo el danés también sabe mucho de vino. Lo encuentran durmiendo en la calle
y le roban, pero lo hacen de forma ‘respetuosa’. No quiero ser reiterativo,
pero muchas escenas bizarras que quizás son normales para nosotros, pero para
alguien que no sabe de esto, no lo puede entender bien. El tango también es
parte del film, en dos momentos. Uno ‘normal’ y el otro parte de las escenas más
bizarra que vi en mi vida: dos cucarachas bailando tango. No voy a decir nada
más, eso es algo que tienen que ver.
Las actuaciones están muy bien por parte de los daneses e
incluso de los argentinos, exceptuando (obviamente) a Estévanez. Un misterio
como ha podido actuar tanto, en tantas cosas. Estoy convencido que el director
estaba al tanto de la reputación de este ‘actor’ y por eso lo eligió para este
papel, en el cual estuvo muy bien. Escucharlo hablar inglés fue una experiencia
que no olvidaré jamás.
Dato de color: El film estuvo en los preseleccionados para
los Oscar. Así es, el Seba estuvo a punto de representarnos en los premios de
la academia, que como ya saben mis fieles seguidores, están en decadencia hace
años.
Mi recomendación: Una comedia, ligera, sin mucho para pensar. A nosotros los argentinos probablemente nos dé más risa que otros.
Mi puntuación: 4/10
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