Por suerte no fue el caso de Sunod, este film filipino de
106 minutos de duración no recurre al susto fácil. Comienza con la pesadilla de
una madre que ve como entierra (viva) a su hija que sufre de una enfermedad en
el corazón. Ya de entrada se vuelve atractiva. Lo que me empezó a descolocar de
entrada también es la mezcla de idioma con el que hablaban. Estaban hablando lo
más bien en filipino y la respuesta de a otra persona era en inglés, y después
en filipino, y después en inglés…como que me sacaba de situación hasta que
logré acomodarme.
La historia no es la mejor, pero va bien. La madre
desesperada busca un trabajo para poder pagar las cuentas médicas de su hija y
encuentra en un call center que está en un edificio dónde antes solía haber un
hospital. Ahí ya tenemos el primer ingrediente para una película de terror. De
alguna forma un fantasma se ‘pega’ a ella y posee a la hija, y ahí se desata
todo.
En algunos puntos el guion hace agua, la madre se da cuenta
medio rápido lo que pasa y reacciona muy calmada cuando habla con Nerisa, la
niña que posee a su hija. Resoluciones medias simplistas, pero parecieran
necesarias para no alargar el film.
Me gustó bastante la forma en la que demuestran el paso del
tiempo. A veces con un salto de escena (siguiendo a un auto de día, de repente
es de noche) cómo nuestra protagonista se queda por ahí mirando nada y
transcurre el tiempo. Utiliza recursos interesantes para lograr este avance
temporal, sin la necesidad de recurrir a carteles que digan 3 días después o
cosas por el estilo.
Las actuaciones están bastante bien por parte de las cuatro
protagonistas. No se destaca ninguna, pero tampoco hay alguna que esté mal.
Es una película que mantiene la tensión durante casi todo
su transcurso. Hay momentos que estás esperando ese ‘salto’ y no lo hace, el
susto llega por otro lado, y es super interesante como está logrado.
Mi recomendación: Interesante film asiático, una linda película
de terror para disfrutar una noche tormentosa.
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