Comienzan a suceder eventos extraños en un barrio de Buenos Aires, gente que desaparece, gente poseída, muertos que salen de sus tumbas…todo muy raro. La película empieza con una pareja que parecen ser nuestros protagonistas y…uno de ellos es pero a la vez no lo es…recién estoy cayendo en cuenta de esto. No es claro, al menos para mí, quiénes son los protagonistas. Quizás lo son todos.
La
cuestión arranca muy de golpe, a los 7 minutos de película ya vemos como una
mujer es “poseída” y se mueve de una pared a otra siendo golpeada
violentamente. Me pareció como que le faltaba una miniintroducción a la
situación o algo así. La cual llegó un poco después.
La
película tuvo sus altibajo en cuanto a tensión, a lo largo de sus 87 minutos
captaba por momentos la atención pero luego el guion hacía que te vayas un poco
y no logres conectar con los personajes, que creo que es una parte importante
para una película de terror, sentirse un poco identificado con quienes están
pasando por esa situación, y esto tiene que ver un poco con lo que decía que no
hay un protagonista claro.
Quién
luego de aparecer (a los 20 minutos de film) parece ser un protagonista es el
comisario Funes, interpretado muy bien por Maximiliano Ghione, sin dudas es la
actuación más destacable del film, el resto del elenco está bien, acompaña con
el ritmo de la película.
Como
toda película de terror uno de sus fuertes es la banda sonora con distintos
efectos y música que acompañan la tensión y la hacen llevadera. Lo que no me
gustó es que han caído (no muchas veces por suerte) en el “salto”, esto es
cuando te ponen una música que va elevando la tensión y cuando está en su punto
cúlmine hay un ruido fuerte o una imagen que asusta, buscando que el espectador
se asuste, “salte”.
Mi recomendación: Pasable película de terror Argentina.
Mi puntuación: 5/10
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