Esta es la última película nominada a mejor película que veo, me va a faltar ver West Side Story, pero me vienen decepcionando tanto las películas yankees que la verdad no tengo ganas de ver un musical, me quedan dos películas nominadas a mejor película internacional.
Este film
cuenta con tres nominaciones: Mejor Película, Mejor director y Mejor Guion Original, siento un
tedio y una decepción al escribir esto, que no tiene una idea. Es la primera, y
muy probablemente última vez, que intento ver una gran mayoría de las películas
nominadas a los Oscar, y la verdad que en su gran mayoría son una decepción tras
otra, y Licorice Pizza no se queda atrás.
No sé por qué, pero le
tenía fe a este film. Pues no mi ciela, me equivoqué. Es una película que pasan
muchísimas cosas, pero a su vez no pasa nada. Es un pastiche de escenas que no
se entiende bien que quiere contar. ¿Amor? ¿Des amor? ¿Adolescencia? ¿Adultez? Parece
soltar muchas historias, pero nunca termina una. La historia principal parece
ser entre Alana Kane y Gary Valentine, pero nunca termina
de definir si es una historia de amor o de como van creciendo. Lo que tampoco
se termina de definir es el tiempo. Dicen por ahí que esto sucede en un verano,
pero no se siente así. Pasan muchísimas cosas en los (largos) 133 minutos, pero
nada termina de resultar interesante.
Las actuaciones
para ser la primera vez de los principales están bien. No son la gran cosa,
pero bien. Se destacan Bradley Cooper y Sean Penn en sus respectivos papeles. Las
hermanas Haim están bien también en líneas generales, una apuesta arriesgada
por parte del director P.T Anderson. Igual es raro el casting.
El joven
de quince años (Cooper Hoffman) no parece para nada de quince años y la adulta
de veinticinco años (Alana Haim) parece más chica. Dejando de lado la parte de
que una relación entre esos dos personajes es ilegal en cualquier lado, está
contada muy rara.
Se conocen
en la escuela cuando él se va a sacar la foto del anuario y ella está
trabajando, de repente la escuela deja de existir para él, y comienzan a trabajar
juntos en emprendimientos que parecen estar solos y que un chico de 15 años no
debería poder llevar adelante solo, más allá de la ayuda de ella, le falta algo
en la historia que intenta ser realista y falla en todos sentidos, no llega a
ser nada.
Lo
mejorcito de la película es la banda sonora, y son destacables dos escenas. La del
comienzo de la película, como él flirtea con ella mientras caminan y la escena
del camión en reversa, me pareció muy buena esta última.
Mi recomendación: Está
nominada al Oscar y es Paul Thomas Anderson.
Mi puntuación: 4/10
Obra maestra contemporánea. Triste vida te espera
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