No hay mucho para ver este verano en el cine, entre la
animada y la nueva de Woody Allen elegí esta última ya que algunas cosas de él
me han gustado, y el elenco era atractivo para ver.
Voy a comenzar por decir lo que más me gustó de este
film: la excelente actuación de Winslet, pasa por todas las emociones, una
actuación colorida y que te dan ganas de ver más y más, de hecho verla a ella
era lo único que, para mí, levantaba el ritmo de la película.
Listo, eso fue lo mejor. Una película lenta. Un guion
vacío y nada original. Una banda sonora repetitiva, a lo mejor Allen buscaba
destacar lo monótono que era vivir en Coney Island en esa época, pero no hacía
más que cansar.
Cuando una película te hace cabecear más de una vez,
dormitar más de una vez y mirar la hora más de una vez quiere decir que no es
una buena película para la persona que está mirando. Y eso me pasó a mí. Me aburrí
mucho durante el film. Diálogos vacíos que no llegaban a ningún lado. Levantaba
muchísimo con los monólogos que hacía Winslet que parecían eternos pero llenos
de gracia y una vorágine que te invita a subirte a ella y te dejas llevar como
si ella fuese una ola y vos surfeas alegre en ella.
Eran interesantes las tomas en la cual la luz cambiaba
sin previo aviso, pero marcando algo. Una luz brillante que se apagaba a casi
un blanco y negro, como si fuese una obra de teatro en donde hay apagones entre
algunas escenas. Y el teatro está muy presente en esta película ella es una
actriz retirada, el joven Mickey que se jacta de dramaturgo y le da una obra a
Caroline para que lea.
Las actuaciones de los otros tres personajes principales
están bien, no sobre salen, son cuasi una sombre ante la gran performance de
Winslet. Timberlake parece dar lo mejor de sí, pero no es un papel que le queda
bien, suena a veces monótono, pero como dije antes da lo mejor y está bien.
Mi
recomendación: Para los amantes de Allen
y los que gustan de películas melancólicas.
Mi
puntuación: 4/10
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