Si sos argentino, y naciste antes del 2000 vas a tener un recuerdo de aquel robo al banco Río en el año 2006. Fue muy televisado por ser un robo impecable, un robo en el que no hubo violencia (física), dónde los ladrones se esfumaron. Este documental nos muestra el tras bambalinas, los actores de ese hecho delictivo (y el ego de algunos) nos cuenta cómo lo idearon, cómo lo llevaron a cabo y cómo fueron cayendo de a uno.
Lo más espectacular del documental es el ojo, la mente, las
ideas de Matías Gueilburt. Podría haber sido un documental más sobre un robo en
Argentina, pero termina siendo mucho más que eso. Ayuda mucho el tener unos
protagonistas que les encanta la cámara, que tienen el ego por las nubes y este
documental seguro les sirvió mucho.
El documental lograr hacernos simpatizar con estos
ladrones, ellos en sus relatos parecen ser inocentes, parecen ser…pues no lo
son. Podrían haberse salido con la suya, pero ya saben que no hay que mezclar
el amor con la plata, no voy a decir nada más para no spoilearles a los que no
saben bien como los atraparon. Está tan bien contado este documental que genera
toda esa empatía para esos ladrones, seguramente la gente que estuvo en el
banco piense que es una cagada este documental, la violencia psicológica que
deben haber sufrido no me la quiero imaginar.
De nuevo, la forma en que está filmado y editado es lo que
más interesante hace a este documental, me gusta mucho como piensa y ejecuta
sus ideas Matías, es uno de esos directores de los que quiero ver todo. No vi
la película dirigida por Winograd sobre el mismo hecho, después de ver este
documental me intriga saber cómo ficcionalizaron este robo, quizás la vea.
Mi recomendación: Notable
documental sobre un robo bastante bien realizado.
Mi puntuación: 8/10
Donde Verla: Netflix
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