Sabemos cómo es la religión en los países de aquel lado del mundo, la religión es lo que manda, es lo que sí o si hay que seguir. Eso hace que la sociedad sea muy machista, las mujeres no pueden mostrar casi nada de su cuerpo, ni siquiera su pelo. Una religión muy machista, muy patriarcal que abusa de ese “poder”, un hombre que usa el nombre de Dios o quién sea, comienza a matar mujeres “impuras”, mujeres que se ven obligadas a ser trabajadoras sexuales. Un caso real que sucedió en Irán, dónde la sociedad salió a apoyar a este asesino en serie que mató 16 trabajadoras sexuales allá por 2000 y 2001. A estas alturas ya no me asombra que sucedan estas cosas por aquellos lados, seguro que siguen pasando.
Uno de los problemas de la película es que tarda mucho en
desarrollar la primera parte, en introducirnos al asesino y tarda menos de la
mitad en que lo atrapen. Hay demasiado desarrollo en algunos de los asesinatos,
podrían habernos introducido con uno solo y contarnos que hubo más. Se vuelve
tediosa la segunda parte, la resolución parece muy fácil. La periodista se da
cuenta quién es este asesino de manera fácil, quizás en la realidad tardó más,
pero en la ficción no resulta creíble como lo resuelven.
Tiene su lado crudo y duro el film, nos muestra una
realidad que de este lado del mundo no conocemos, no vivimos esa religión tan
horrenda. Se escudan detrás del nombre de Dios, pero todas las religiones son
iguales, les parece bien matar si dicen que lo hacen en nombre de Dios.
Religiones que se oponen al aborto porque dicen que es un “asesinato”, pero
luego salen a decir que están bien otros asesinatos, porque “se lo merecían”.
Las religiones son el problema en este mundo, no está mal creer en algo
superior, si está mal creer que podemos matar a nuestros pares porque ese ser
nos dijo o porque un libro escrito hace millones de años dice que algo es
“impuro”. Si vamos al caso, esas mujeres no se verían obligadas a ejercer el
trabajo sexual si no fuera porque no tiene plata, porque su supuesto Dios (que
ayuda a todos), las deja tirada a merced de un mundo cruel y machista.
Podrán darse cuenta que la religión es algo que no me
gusta. El film quiere hacer una crítica a esta situación, pero parece limitarse
a contarnos lo que pasó, no toma una postura clara sobre de qué lado se apoya,
cuál es el lado que está mal, y digo está mal porque la religión es quién nos
obliga a decir que algo es bueno o algo es malo, algo está bien y algo es
pecado, siempre con sus parámetros ultra arcaicos y machistas.
Mi recomendación: Interesante
film que quiere ser protesta, pero se queda a mitad de camino.
Mi puntuación: 6/10
Donde Verla: Netflix/Mubi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario